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Revisión de invierno profesional
- Para todos los modelos de vehículos de cualquier edad
- Equipo de diagnóstico de última generación
- Uso de recambios auténticos conformes a la normativa de fabricante de equipos originales en las sustituciones
El frío puede causar problemas en todas las partes de su coche, incluyendo la batería y las juntas de goma de puertas y ventanas. Recomendamos una revisión de invierno de Bosch Car Service para que no te veas atrapado en el frío. Con la ayuda del último equipo de diagnóstico verificamos que toda una serie de componentes del vehículo funcionan adecuadamente y están listos para el invierno. Esto no solo reduce el riesgo de accidentes en carreteras heladas, sino también la probabilidad de averías molestas en los trayectos de vacaciones de invierno. Puedes encontrar más consejos útiles sobre cómo conducir con bajas temperaturas en nuestra guía de invierno.
Las estadísticas obtenidas todos los años por los clubs del automóvil europeos siempre cuentan la misma historia: Una y otra vez, los problemas con el sistema de refrigeración son los responsables directos o indirectos de las averías. Comprobar el anticongelante de manera habitual es tan importante como un cambio de aceite para garantizar que tu coche no se avería por el camino. Los aditivos contenidos en el refrigerante y que son los máximos responsables de proteger el sistema de refrigeración comienzan a perder su efectividad a lo largo del tiempo e incluso existe riesgo de congelación en invierno. Por lo tanto, el refrigerante se debería cambiar periódicamente para evitar daños en la bomba de agua, la corrosión del radiador, la obstrucción de las tuberías o problemas con los sistemas electrónicos del motor, por ejemplo. Recomendamos una revisión rutinaria habitual del sistema de refrigeración en un taller Bosch Car Service.
Nuestro consejo especializado
«¿Fuerza física en invierno? Si se toma la molestia de tratar las juntas de las puertas y la tapa posterior de su coche con una barra de cuidado especial, puede evitar que se peguen y se dañen en condiciones de frío extremo. Los productos idóneos incluyen polvos de talco, glicerina, Vaselina y silicona. Y no fuerce nunca una puerta si se congela, ya que podría desgarrar la junta de goma, con lo que tendría que sustituirla.»